Fabricante de ivermectina

Ivermectina ¿Qué es y quiénes son sus fabricantes?

La ivermectina es un fármaco antiparasitario que ha ganado atención global desde su introducción en el mercado en la década de 1980. Su origen se remonta al descubrimiento de dos sustancias producidas por una bacteria del suelo llamada *Streptomyces avermitilis*. Este medicamento se ha utilizado principalmente para tratar diversas infecciones parasitarias en humanos y animales, teniendo un impacto significativo en la salud pública, especialmente en regiones donde las enfermedades parasitarias son endémicas.

Mecanismo de acción

La ivermectina actúa interfiriendo con el sistema nervioso de los parásitos. Se une a ciertos canales iónicos, lo que provoca parálisis y muerte del parásito. Su efectividad la ha convertido en el tratamiento estándar para condiciones como la oncocercosis, comúnmente conocida como ceguera de los ríos, y la linfaticofilariasis, entre otras infecciones. Además, se ha utilizado en el tratamiento de la sarna y otras infecciones cutáneas.

Desde su descubrimiento, la ivermectina ha sido producida por varios laboratorios farmacéuticos en todo el mundo. Uno de los principales fabricantes es Merck & Co., una compañía farmacéutica estadounidense que desarrolló el fármaco y ha sido fundamental en su distribución global. Merck ha colaborado con diversas organizaciones de salud pública para proporcionar ivermectina como parte de los esfuerzos para combatir las enfermedades parasitarias en países en desarrollo.

Además de Merck, existen otras empresas que fabrican ivermectina y sus versiones genéricas. Entre ellas se encuentran empresas como Mylan, Teva y Cipla, que también contribuyen a la disponibilidad del medicamento en diversas regiones. La producción de versiones genéricas ha permitido que muchos países accedan al tratamiento a un costo más asequible, promoviendo así la salud pública en áreas afectadas por parásitos.

Uso en la pandemia de COVID-19

La ivermectina captó la atención mundial durante la pandemia de COVID-19. Algunos estudios iniciales sugirieron que podría tener efectos antivirales. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones que siguieron no respaldaron su uso para tratar o prevenir la COVID-19. Organizaciones como la OMS y la FDA desaconsejaron su uso para esta enfermedad, instando a que se centraran en tratamientos y vacunas aprobados que han demostrado ser efectivos.

Producción y regulación

La producción y regulación de la ivermectina son críticas para su disponibilidad y uso seguro. Los gobiernos y las organizaciones de salud debaten sobre la regulación de este fármaco, ya que su uso indebido puede llevar a la resistencia de los parásitos. Forma parte de programas de salud pública en distintos países, donde se distribuye a poblaciones en riesgo como parte de campañas de tratamiento masivo.

Conclusión

La ivermectina ha sido un pilar en el tratamiento de enfermedades parasitarias a lo largo de las décadas, gracias a su eficacia y al compromiso de los fabricantes en hacerla accesible. Aunque su polémica en el contexto de la COVID-19 ha desviado algo la atención, su utilidad como antiparasitario sigue siendo indiscutible. La continua investigación y el desarrollo de tratamientos nuevos y efectivos son esenciales para enfrentar los problemas de salud globales, y la ivermectina seguramente seguirá desempeñando un papel importante en este esfuerzo.